Mi viaje de aprendizaje de la PNL

Me sorprende la cantidad de gente con la que me cruzo que no ha oído hablar de la PNL. A veces parece el secreto mejor guardado del mundo. No sabría decir cuándo oí hablar de ella por primera vez, pero creo que fue hace unos veinte años, cuando trabajaba en el departamento de I+D de una gran multinacional.los compañeros pedían financiación para hacer cursos de PNL, se los denegaban y luego se los pagaban ellos mismos. Por aquel entonces, yo estaba desarrollando mis habilidades como coach de desarrollo personal dentro de mi organización y compré un libro titulado Coaching con PNL. Era interesante, pero sigo pensando que no lo "entendí" realmente.

En realidad, no puedo creer lo rápido que he progresado en mi viaje de aprendizaje de la PNL, que en realidad comenzó hace menos de dos años con una sesión de prueba.nos presentaron el Modelo de Comunicación (que cambia las reglas del juego) y el Modelo Mercedes (que tiene sentido), y de repente me encontré con ganas de más. Después de jubilarme anticipadamente de mi carrera empresarial, estaba creando un negocio de coaching y podía ver el valor que la PNL aportaría a mis clientes. De forma un tanto ingenua, no me había dado cuenta de que también habría inmensos beneficios personales para mí.

Tras la sesión de prueba, me apunté a un curso Practitioner que empezaba unas semanas más tarde y también me inscribí en Identity By Design, un taller de un día desarrollado por Emma McNally y Lynn Robinson. Mi viaje hacia el cambio personal había comenzado.

Fue "menos que fácil", un término utilizado con frecuencia por mi maravillosa formadora en PNL. Como me explicó, la mente inconsciente se cree todo lo que le dices y no procesa la negación. Empecé a transformar mi vocabulario y mi fraseología.

En los meses siguientes, completé mi certificación de nivel Practitioner y asistí a otros cursos Practitioner. Participé en sesiones de práctica entre iguales y completé un curso de Transformación del Núcleo. La PNL se estaba grabando en mi ADN. Mi formadora me animó a hacer el curso Master Practitioner, pero yo no me creía preparada: ¡cómo demonios iba a ser capaz de hacer un proyecto de modelado!hicimos un módulo introductorio sobre estrategias como parte de nuestra formación de Practitioner y yo estaba desconcertada; supongo que era comprensible, dado que la primera parte de mi carrera la pasé trabajando en TI; seguramente la mejor manera de modelar la excelencia en la preparación de una taza de té es dibujando un diagrama de flujo

Ella insistió y yo cedí.

Vaya decisión. Master Prac lo llevó todo a un nuevo nivel y a veces me dejaba alucinado. Experimenté algunos momentos de cambio cuando se me caía la baba con un concepto que no era nada fácil. "¿Qué no es un bolígrafo?" se convirtió en un eslogan para nosotros como explicación de lo subjetivo y lo no subjetivo, hasta el punto de que lo grabamos en un regalo para ella.

El curso constaba de quince días de formación en cuatro módulos y, junto con la Conferencia de PNL, significó que en un momento dado estuve inmerso en la PNL durante cinco fines de semana consecutivos.

Como grupo de doce estudiantes, nos compenetramos de una forma que nunca antes había experimentado. Nos reímos y lloramos juntos. Nos apoyamos mutuamente en todo momento. Celebramos nuestras propias sesiones de repaso y compartimos nuestras técnicas de aprendizaje. Un estudiante modeló a otro para su proyecto.otra modeló a Dolly Parton y recibió una gran ovación por su interpretación de "Coat of Many Colors". Algunas de nosotras llevamos pelucas y otros accesorios. De hecho, los proyectos de modelado resultaron ser una de las mejores partes del curso, ya que nos enseñaron mucho y nos permitieron divertirnos presentando nuestros resultados a la clase.

Ni que decir tiene que todos aprobamos.

Si no te decides a hacer el Master Practitioner, te lo recomiendo encarecidamente: para mí ha sido una experiencia realmente transformadora.