Patear la lata...

Cualquiera que tenga un ojo puesto en el Brexit estará familiarizado con la expresión "patear la lata por el camino"... en otras palabras, ¡dejar para otro día algo que TIENE que hacerse!

Tanto si se trata de una tarea como de una decisión, patear la lata por el camino tiene sus consecuencias... ¡como estoy descubriendo yo mismo!

Tal vez todo el escenario del Brexit me ha hecho centrarme en "patear latas" porque me he dado cuenta de otros ejemplos, incluido el trabajo del curso de A Level que todavía necesita completarse, ¡a pesar de que la fecha límite inamovible se acerca cada vez más! Para ser justos, ¿por qué se preocuparían nuestros adolescentes de terminar sus trabajos de curso antes de la fecha límite, cuando el gobierno del Reino Unido sigue recibiendo prórrogas porque aún no han completado su tarea?

Sin embargo, me preocupa más haber modelado inconscientemente este comportamiento y haber hecho de las mías.

Podría argumentar que, en mi caso, parte del "pateo de latas" es sólo una cuestión de priorizar, lo que sucede porque no hay plazos difíciles de cumplir... bueno, ¡no cuando empiezo a patear latas! Otros plazos más inmediatos tienen prioridad en ese momento... pero cuando las latas menos urgentes se patean con la suficiente frecuencia, se amontonan en una pequeña montaña de latas que ya no se pueden ignorar

Una pequeña montaña de latas es mucho más difícil de patear en cualquier sitio, porque entonces hay que cribarlas, gestionarlas, moverlas, tirarlas a un lado, reciclarlas... lo que significa que llega un momento en el que tengo que hacer lo que sea para ocuparme de las latas, para poder seguir avanzando.

Ahora me encuentro en ese momento: faltan menos de seis semanas para la conferencia y sé que siempre hay mucho que hacer en los preparativos: ¡tenemos que remar duro para que el evento se desarrolle con éxito y sin contratiempos! También estamos avanzando hacia la fase final del desarrollo del sitio web antes de que podamos lanzar realmente el nuevo sitio web de la ANLP... ¡lo que significa mucho trabajo entre bastidores!

Y como en las últimas semanas me he dado cuenta de que estoy pateando latas, sé que tengo que gestionar estas latas en particular y ocuparme de ellas ahora, a pesar del esfuerzo extra que suponen, porque si sigo pateando estas latas, se amontonarán e interferirán con otras latas que ya están perfectamente colocadas, más adelante, ¡esperando mi atención!

En realidad, la gestión de latas no es más que la gestión de proyectos, que todos llevamos a cabo con éxito cada día... ¡tenemos que hacerlo porque, de lo contrario, nuestros negocios, relaciones y vidas se vendrían abajo! Vivo con la esperanza de que nuestros "líderes" sean capaces de empezar a gestionar sus latas de forma más eficaz, para que todos podamos seguir adelante con nuestras vidas.