Confiar lo suficiente para dar un salto de fe

¿No es eso lo que hace la gente? ¿Diariamente, semanalmente, mensualmente? Dar un salto de fe, quiero decir. Por grande o pequeño que sea el salto que demos, creo que todos tenemos el valor de hacerlo... ¡con o sin red de seguridad!

Esto me viene a la mente esta semana, porque a veces me encuentro cuestionando mis decisiones... ¡y luego dudando de mí misma! ¿Realmente tomé la decisión "correcta" al aceptar la Conferencia de PNL o al elegir que Rapport volviera a ser una revista impresa? ¿Sopesé bien todas las opciones? ¿He pasado algo por alto? ¿Debería hacer las cosas de otra manera?

Entonces me asalta la duda...

Y entonces me recuerdo a mí mismo las razones por las que tomé la decisión en primer lugar... y, lo que es más importante, todas las otras buenas decisiones que he tomado en el pasado, especialmente las que he tomado de una manera similar: pareciendo que me tiro por un precipicio y simplemente CONFIANDO en que estoy haciendo lo correcto.

Puedo analizar y estudiar cifras, sopesar "pros y contras", evaluar cuentas y valorar informes. Y a veces, a pesar de todo el razonamiento basado en la cabeza, hay un sentimiento intuitivo, guiado por el corazón y las tripas, que me lleva a tomar una decisión. Y entonces es cuando más tengo que confiar en mí mismo... y seguir confiando en que, pase lo que pase, al final todo saldrá bien.

Sí, cometo errores... y confío en que, si salto con conciencia, tal vez sea exactamente lo que hay que hacer para pasar al siguiente nivel... de todos modos, ¡parece que a mí me funciona!