Profesionalidad pandémica

Hola, me llamo Li y hasta el año pasado viajaba por todo el mundo trabajando con clientes del sector de las atracciones de ocio, formando y facilitando aprendizaje.

Obviamente, no viajo por trabajo desde marzo del año pasado. Pero, increíblemente, he estado más ocupada que nunca durante esta aparentemente interminable Corona-Coaster, con clientes que buscan sus soluciones de coaching y aprendizaje en línea. El mundo no deja de girar por una pandemia! Son varias las enseñanzas que he extraído durante este tiempo.

Lo primero que me llamó la atención al trasladar nuestras sesiones de aprendizaje y coaching al 100% a Internet es que, mientras yo trabajaba desde casa, mis clientes también lo hacían. Por primera vez en la historia reciente estábamos todos, toda la sociedad, en la misma tormenta, aunque en nuestros barcos separados, ya fuera encerrados o desempeñando una función crítica de trabajador clave.

Trabajar desde la oficina de BC (Before Covid) ofrecía a los clientes la oportunidad de mantener su fachada "profesional". Para proyectar y encarnar esos comportamientos profesionales que a veces pueden obstaculizar nuestra capacidad de llegar a las raíces más profundas de un problema o cuestión.

Cuando trabajamos con clientes en sus casas, se nos invita a entrar en sus dormitorios, cocinas, salones e incluso, en una ocasión, en el armario de debajo de la escalera. Decidí conscientemente aceptar el hecho de que yo también trabajaba en casa, que yo también tenía las mismas dificultades para encontrar un lugar donde trabajar y ser "productiva". Así que, desde el principio, opté por no utilizar un fondo virtual. Invito a mis clientes y alumnos a mi espacio seguro, del mismo modo que ellos me invitan al suyo. Al hacerlo, comparto la vulnerabilidad con ellos. Dicho esto, ¡me aseguro de que la ropa sucia esté fuera de cámara!

Lo segundo que aprendí fue a aceptar y aceptar el reto de negociar la banda ancha con mis hijos y mi marido, que también trabajaban desde casa y educaban en casa.

¿Cómo era y cómo me sentía exactamente?

Bueno, para mí, fue tener que interrumpir una llamada de Zoom para intervenir como pacificadora de la ONU con mis adolescentes en guerra, dejar salir al perro ladrador al jardín y abrir la puerta a mi repartidor de Amazon, al que ahora he visto más que a mi propia madre.

Todo esto no es ni más ni menos que lo que mis alumnos y clientes han estado experimentando, y al demostrar sin reparos que estoy exactamente en la misma situación que ellos, haciendo lo mejor que puedo con los recursos de que dispongo, lo increíble fue que esto profundizó la relación.

A medida que avanzamos hacia un mundo AC (After Covid), me pregunto cuál será el impacto sobre nuestras ideas de profesionalidad, si la compenetración creada durante la experiencia compartida de "Lockdown" dará lugar a un cambio de paradigma en nuestra visión de la profesionalidad.