Confianza para solicitar un ascenso

El reto

Mi clienta quería más confianza. Quería tener confianza para presentarse a una vacante que se había anunciado, que era un paso lateral pero a una parte del establecimiento dominada por hombres, y tenía miedo de presentarse por si no lo conseguía porque no lo hizo la última vez cuando se lo ofrecieron a un hombre. Sentía que había tenido baja autoestima desde joven.

El efecto

Mi cliente sabía que estaba jugando sobre seguro en un trabajo en el que era perfectamente feliz, una posición en la que era popular y sabía que estaba teniendo un impacto. Un puesto que la validaba y le resultaba cómodo. Y sabía que no solicitaba otros puestos porque le preocupaba lo que pensaran los demás: se sorprendía a sí misma mirando al público en las reuniones, lo que le hacía dudar, imaginar lo que estarían pensando de ella, perder el hilo de lo que estaba diciendo, entrar en pánico y tartamudear, y después sentirse mal y dudar de sí misma diciéndose que no era lo bastante buena. Sentía que había llegado a donde estaba por suerte, porque había hecho una entrevista apasionante, se había sentido validada y le habían contratado.

Solución

Trabajamos juntas durante 6 sesiones de una hora. La ayudé a replantear su experiencia de la última entrevista, en la que no le ofrecieron el puesto, y utilicé la disociación para ayudarla a identificar sus habilidades de liderazgo y cómo la ven los demás. Le enseñé el lenguaje corporal de Satir para que se sintiera más cercana a sus habilidades y el lenguaje de Milton para influir. Visualizamos el éxito de su entrevista anterior y construimos un ancla de recursos personales de confianza, seguida de una cronología futura de la entrevista. La clienta solicitó el puesto, no fue preseleccionada y se sintió "tomada el pelo", así que analizamos sus valores y los valores de su organización, lo que la llevó a decidir que tal vez sería mejor marcharse. Cuando se encontró dudando y justificando por qué no debía presentar su candidatura y quizás debía "seguir adelante", utilizamos la integración de las partes para obtener claridad: estaba bien permanecer en el puesto actual que disfrutaba o marcharse para conseguir un ascenso, y ella "quería más". Identificamos los comportamientos de los demás que la hacían dudar de sí misma y los replanteamos. Identificamos cómo es la autoestima para ella y cuándo la tiene.

Resultado

No sabes lo que has hecho por mí. He recuperado mi chispa. Mi marido ha notado mi confianza. Desde que trabajo con usted, soy más feliz y mejor persona y estoy en deuda con usted por abrirme los ojos. Me he sentido cómoda siendo abierta y honesta en nuestras sesiones y me encanta que ahora pueda dar un enfoque diferente a las situaciones. Ahora me siento segura para solicitar puestos de trabajo a los que antes ni habría soñado ir. He solicitado tres y estoy igual de contenta tanto si los consigo como si no. A continuación, una gran noticia: he superado la entrevista preliminar de uno de ellos y me han preseleccionado para la siguiente ronda. ¡Yupi! No me siento rechazada, simplemente es evidente que no es el lugar adecuado para mí.