Que no cunda el pánico

El reto

Jackie había sufrido graves ataques de pánico desde la muerte de su padre. Ahora también tenía ansiedad generalizada. Le daba pánico, literalmente, el pánico. Tomaba antidepresivos desde hacía tiempo, estaba agotada y vivía cada día con miedo.

El efecto

En palabras de Jackie: "Cuando me puse en contacto con Diane estaba en mi punto más bajo. Los ataques de pánico severos significaban que no tenía vida; no podía salir, no podía hacer cosas con mi familia, ni siquiera podía llevar a mi hija al colegio. Nadie quería saberlo. Llamar a Diane fue mi última esperanza. En cuanto hablé con Diane supe que me entendía y que me ayudaría. Me sentía tan mal que pensé que no funcionaría. Pero necesitaba mejorarme y lo intentaría todo; no tenía vida, así que confié en Diane y me devolvió mi vida".

Solución

Jackie rellenó un cuestionario antes de reunirse conmigo para una sesión intensiva de un día. Cuando Jackie llegó, le expliqué lo que íbamos a hacer y lo que podía esperar. Al principio pasamos un rato hablando del problema y de la historia de los síntomas y las emociones.

Conversando, identificamos (y reformulamos) formas limitantes de pensar y ver el mundo (en relación con el problema que presentaba). A continuación, utilizamos la Terapia de Línea de Tiempo, que permitió a Jackie soltar las emociones negativas, desconectar las creencias limitantes y realizar los cambios deseados.

Resultado

Como resultado de nuestro trabajo, el problema de Jackie desapareció y su confianza se disparó.

Hice un seguimiento con ella y estaba claro que, para Jackie, la vida volvía a ser buena. Jackie dice: "El primer día que acompañé a mi hija al colegio me sentí en la cima del mundo, estaba tan contenta. Nunca he mirado atrás. La sesión Breakthrough ha sido lo mejor que he hecho nunca. Soy más positiva que nunca. He estado en todas partes. He recuperado mi vida. Incluso fui a Nueva York Nunca lo había pensado antes: he vuelto a ser yo y es increíble".