Espiral ascendente

El reto

B vino a verme con una profunda depresión, mucha ansiedad y deseando encontrar un lugar mejor en la vida. Le habían recetado antidepresivos bajos.

El efecto

El sentimiento que tenía B lo consumía todo; afectaba a todo en la vida, a sus relaciones, a su estado y le daba demasiadas vueltas a todo. B dice que sentía que se la tragaba todo siendo tan negativa. Todo iba en una dirección y no había opción de ir en otra.

Solución

B sintió que le ponía una red debajo para que no pudiera caer más bajo. Se sintió más segura para avanzar y empezó a pensar y a "ser" a través de ese sentimiento bajo.

Pasamos por varios procesos para ver las cosas de otra manera y cómo podrían ser. Fue un proceso gradual. Analizamos su infancia y cómo los traumas habían afectado a las cosas. Había muchas cosas que probar. Los pequeños detalles la ayudaron a abrirse, por ejemplo, lo que podía pasar si subía en espiral, aprender a mirar hacia arriba... Cambiamos su línea temporal. Mis palabras se quedaron con ella, así que cuando surgía un mal momento, aparecían palabras y consejos que la hacían darse cuenta de que ahora podía ser diferente. A medida que avanzábamos, hacíamos más cosas para ampliar las posibilidades.

Poco a poco, B pudo dejar los antidepresivos (con la orientación de su médico de cabecera) y ver cómo podía ser sin ellos.

A B le gustaba el entorno, era cálido, amable y positivo, con el sofá y los perros. B descubrió que la forma en que yo estaba con ella le permitía revisar los traumas y confiar en el proceso. B podía abrirse y ser muy sincera; B recuerda haber pensado: "Ella me va a ayudar a darle la vuelta a esto".

Resultado

B dice que cambió su forma de pensar sobre la vida. Ahora es más positiva y, cuando surgen problemas, puede detenerse a pensar en ellos de otra manera y esperar la respuesta si no está ahí. Puede dejar que las cosas se desenreden y se desarrollen y hacer lo que pueda.

Ahora mira hacia arriba.

Ha aprendido nuevos comportamientos y formas de ser, lo que le ha dado seguridad y confianza.

El trauma que sufrió de niña estaba tan arraigado que era difícil romperlo... pero ahora se ha quitado un gran peso de encima y se ha dado cuenta de que no todo depende de ella. Había sido muy doloroso estar en esos lugares profundos que la hundían.

B ahora también puede poner límites y reconoce que no tiene que hacerlo todo. Se toma tiempo para sí misma, lo que le hace sentirse bien.

B dice que ahora está completa y firmemente en el presente, que puede disfrutarlo y mirar hacia adelante.

Cuando la escucho ahora, me doy cuenta de lo diferente que suena, más tranquila y feliz. Nos gusta.