Subirse a la montaña rusa de los negocios con la ayuda de los presupuestos de la PNL

Cuando dejé mi puesto de profesora hace cuatro años, pensé ingenuamente que estaba bien preparada para los negocios. Ya me había metido en el agua para probar y, por diversas razones, había vuelto a caer en lo familiar y cómodo de hacer lo que sabía.

Así que, cuando por fin tomé la valiente decisión de meterme de lleno en mi negocio, había pasado tanto tiempo ensayándolo mentalmente que pensé que tenía todas las bases cubiertas. Para mi sorpresa, pronto descubrí que no era así

A lo largo de los últimos 20 años, he pasado por muchos momentos en mi vida en los que me he sentido realmente agradecida de tener la PNL como forma de ser. Lanzarme a los negocios a tiempo completo fue uno de ellos y los presupuestos de la PNL me han servido como un mentor.

Así que empecemos con "No hay fracaso, sólo retroalimentación", que me ha ayudado enormemente a crecer y progresar en mi negocio. Como alguien con un estilo de trabajo "apresurado", a quien de niño solían referirse como "un toro en una cacharrería", el elemento conductor de esta presuposición significa que a veces cometo errores por las prisas. Esta presuposición me recuerda que debo aprender y no desanimarme cuando no obtengo los resultados deseados. La retroalimentación me da la oportunidad de mantenerme centrado y sentirme bien, en lugar de reprenderme por cometer errores. También me permite actuar con valentía y no tener miedo a salir de mi zona de confort cuando exploro nuevos caminos en mi negocio.

Lo que me lleva a la siguiente premisa: "Si lo que haces no funciona, haz algo diferente". Al igual que mucha gente, la pandemia puso fin de inmediato a algunas de las formas en las que entrenaba y formaba. Zoom, Facebook lives, streamyard, cursos en línea y formación virtual se convirtieron en la nueva forma de trabajar y tuve que aprender rápido. La flexibilidad era mi habilidad número uno y ser conscientemente incompetente adquirió un nuevo significado Una vez más, la PNL me fue muy útil. Pude divertirme con esta nueva forma de ser. Hacer las cosas de forma diferente y aprender tanto en el proceso ha mejorado mi forma de trabajar y ha abierto más oportunidades para mi negocio.

Por último, "elegir es mejor que no elegir" me recuerda que siempre hay muchas formas de conseguir lo que quiero. Me encantan las opciones y abrazo la creatividad que me aporta el mundo de los negocios. La PNL es realmente un regalo que nos hacemos a nosotros mismos y a los demás para ayudarnos a allanar el camino hacia una vida exitosa y brillante.

Así que mientras la montaña rusa de los negocios continúa, elijo que sea divertida y sigo agradecida por las enseñanzas de la PNL. Para mí, la PNL es como un mentor en mi bolsillo trasero, del que puedo sacar un consejo mágico que me sorprenderá de la forma adecuada en cualquier momento. Mi misión es regalar a tanta gente como pueda su propio mentor mágico.