Nervios por el examen de instructor de autoescuela

El reto

Hace poco se puso en contacto conmigo una persona que se ganaba la vida como profesor de autoescuela. Me explicaron que para convertirse en Instructor de Conducción Homologado necesitaban aprobar tres partes: un examen teórico por ordenador, un examen práctico de capacidad de conducción y un examen práctico de capacidad de instrucción.

El efecto

Habían superado los dos primeros obstáculos con facilidad; sin embargo, tenían dificultades para aprobar la prueba final de capacidad de instrucción práctica. La habían hecho dos veces y habían suspendido otras dos, por lo que les quedaba un último intento antes de tener que volver a formarse por completo.

Solución

Durante la consulta inicial, descubrí que había dos situaciones concretas en las que los nervios se apoderaban de la persona, dejándola en un estado de nerviosismo y sin saber qué hacer.

El primero era cuando llevaban a sus alumnos al centro de examen para una prueba de conducción. El instructor sintió que su nerviosismo se manifestaba en sus alumnos.

En segundo lugar, cuando iban a hacer el examen práctico de capacidad de instrucción. Se ponían tan nerviosos que se olvidaban de todo y suspendían.

Trabajamos estas ansiedades durante una sesión.

Resultado

Ese mismo día, se puso en contacto conmigo para decirme que había hecho un simulacro de examen (que suele provocar los mismos estados negativos que un examen real) y que había obtenido un notable en todas las categorías, y que el evaluador le había confirmado que estaba más que preparado para hacer el examen final.