Morí mil veces antes de aprender a vivir

En 2006 sufrí una lesión cerebral grave por una agresión relacionada con mi trabajo en hostelería. Sufrí múltiples fracturas faciales y craneales.

Morí mil veces antes de aprender a vivir

En 2006 sufrí una grave lesión cerebral por una agresión relacionada con mi trabajo en hostelería. Sufrí múltiples fracturas faciales y craneales. Pensé que había salido bien parado, hasta que empezaron a aparecer los efectos. Sabía que mi memoria estaba afectada, al igual que mi visión, pero esperaba recuperarme rápidamente, no estaba preparado para la realidad.

Tuve que dejar la universidad y mudarme donde vivía mi familia porque seguía incendiando mi propio piso porque me olvidaba de que estaba cocinando. Los efectos siguieron apareciendo y me encerré en mí misma, me volví agorafóbica, paranoica, enfadada y me odiaba por no poder hacer las cosas que solía hacer. Mi vida era una comparación constante con la persona que era y con lo que ya no podía hacer. Sufría TEPT, depresión y pensamientos suicidas. Había perdido el contacto con la mayoría de mis amigos y mi familia no podía aceptar quién era yo. Estaba completamente perdida, sin salida aparente. Durante tres años y medio soñé cada noche con mi propia muerte de todas las formas imaginables. Los medicamentos que tomaba me estaban volviendo inútil e incapaz, odiaba cómo me sentía y a veces me desvelaba para pasar los días durmiendo.

Todo esto cambió con la introducción de la hipnosis y la PNL.

Un médico de cabecera me ofreció la posibilidad de descargarme algunas pistas de hipnoterapia. Me reía cuando las escuchaba, pero mi vida empeoraba y pensé que merecía la pena intentarlo. Después de 6 semanas, me sentía mejor que en los 6 años anteriores. Quería saber más, así que investigué un poco y encontré a alguien que era Master en PNL y formador en Hipnoterapia. Me gustó lo que oí, así que decidí formarme en PNL, porque sería la mejor manera de entenderla y de recuperarme.

Tengo un recuerdo muy claro del primer día del curso: me dieron una carpeta con el material del curso y me pasé las dos horas siguientes mirándola. Debido a la lesión cerebral, era incapaz de retener ni siquiera una línea de texto, leía la misma línea una y otra vez y no la recordaba; todo lo que podía pensar era, ¿cómo podría hacer esto? Hablé con mi entrenador sobre mis preocupaciones y me miró directamente a los ojos y me dijo: "Tienes razón, no puedes hacerlo, si te dices a ti mismo que no puedes te darás la razón, pero si piensas que vas a intentarlo y haces lo que puedas, entonces puede que lo consigas".

Ni que decir tiene que obtuve el título de Master en PNL y de Hipnoterapeuta Clínica, seguí estudiando y me convertí en asesora nutricional, masajista y diplomada en Acupuntura y Acupresión. Ahora trabajo con una organización benéfica nacional para ayudar a las personas con lesiones cerebrales, a sus cuidadores y al personal de apoyo.

No me canso de aprender; desde entonces he realizado muchos otros cursos relacionados. Cuando pienso en aquel día en que estaba a punto de marcharme, me doy cuenta de que se me abrió un nuevo camino a través de una simple afirmación que me llevó a un mundo totalmente nuevo de comprensión. Nuestros cerebros son asombrosos, pero ponemos barreras a nuestras propias vidas, cuando alguien puede ayudarte a entender cómo superarlas, tu vida es tuya. Ahora desearía haber aprendido todo esto hace muchos años, pero entonces, ¿sabría lo que sé ahora, habría estado en un lugar mejor? Quién sabe, pero no voy a darle más vueltas, el pasado ya pasó, mi futuro me espera.