¿Está pensando en trabajar en Nueva Zelanda?

Me mudé a Nueva Zelanda en 2008. Fue una de esas decisiones que se me fueron pegando con el tiempo, sin que me diera cuenta de que crecía en mi interior. En un momento tomamos una decisión que cambió nuestras vidas para siempre.

Llevaba unos años trabajando como profesor adjunto, visitando Nueva Zelanda para hacer trabajos relacionados con ello y cada vez que venía me preguntaban si quería un trabajo. Al volver a casa lo hablábamos, pero la decisión siempre era que no. De hecho, trabajé para ayudar a contratar a otra persona que dirigiera el programa de máster que había estado desarrollando con personal local.

Entonces las cosas cambiaron:

• La situación laboral de mi marido cambió
• Perdimos a nuestro último "padre" y nos convertimos en la generación más vieja de la familia
• El mundo cambiaba a nuestro alrededor
• Y nuestros hijos crecían pasando demasiado tiempo en guarderías.

Así que, cuando volví a visitarles y me plantearon la posibilidad de trabajar en Nueva Zelanda, nos sentamos a considerar seriamente la posibilidad.

Examinamos nuestros valores en cuanto a relaciones, salud, familia y trabajo, y Nueva Zelanda cumplía con creces en todos los frentes.

Hablamos con los niños sobre las imágenes que tenían y los significados con los que resonaban, sobre mudarse a otro país.

Pensamos en el futuro e imaginamos qué pasaría si...

Escuchamos nuestras voces interiores y nuestra sabiduría, aprendiendo a oír y a confiar en nuestro corazón y nuestro instinto. No sabía que al venir a Nueva Zelanda añadiría mBraining a mi caja de herramientas, entretejiendo mi formación médica en diagnóstico por imagen con nuevos conocimientos basados en la neurociencia, lo que me abrió todo un mundo nuevo de herramientas y técnicas que estoy muy agradecida de tener.

Así que en 2008, armada con mi nuevo certificado de formadora en PNL, me mudé con mi familia a Auckland, Nueva Zelanda, y nunca he mirado atrás.

Trabajé como Profesora Asociada en Salud durante casi una década y en 2015 me trasladé a tiempo completo para dirigir mi propio negocio. Ahora ofrezco Coaching y Asesoramiento basados en la Neurociencia, utilizando una gama de modalidades, y me especializo en el estrés y la ansiedad. También ofrezco formación para equipar a otros a manejar la vida en un mundo complejo y rápidamente cambiante.

Si está pensando en mudarse a Nueva Zelanda, le puedo dar algunos consejos para empezar:

1. Visados

Hay una serie de visados disponibles, y merece la pena asesorarse sobre cuál es el más adecuado para el tipo de trabajo que se va a realizar, así como el tiempo que se desea trabajar aquí.

https://www.live-work.immigration.govt.nz/move-to-new-zealand/visas-for-new-zealand

2. Coste de la vida

Al igual que el resto del mundo, Nueva Zelanda se enfrenta a algunos retos económicos. Es difícil decir si aquí va a costar más o menos, ya que depende mucho de dónde te mudes, así que pregunta por los principales costes (e ingresos) como: salario comparativo; vivienda; coches y transporte; servicios públicos; alimentación; sanidad.

Vivir en Nueva Zelanda no es barato, pero también hay que sopesar otras ventajas y la calidad de vida en general a la hora de tomar una decisión.

3. Seguridad

Como en todas partes, tenemos problemas con la delincuencia, las bandas, las drogas, el racismo y el acoso (de hecho, tenemos mala reputación en lo que respecta al acoso en el lugar de trabajo). También hay que tener en cuenta la seguridad medioambiental (volcanes, terremotos, tsunamis, ciclones, etc.).

Lo que puedo decir como persona que vive aquí es que me siento segura caminando por la calle. Y en caso de crisis, la comunidad se moviliza a lo grande.

4. Vida salvaje

Nueva Zelanda cuenta con una fauna asombrosa: el kiwi, nuestra ave nacional, seis especies de pingüinos y el insecto más pesado del mundo. Nuestro relativo aislamiento nos proporciona una alta proporción de especies específicas de Nueva Zelanda y, con el 30% de la masa terrestre en Reservas Naturales, trabajamos duro para proteger nuestra fauna en tierra y mar.

En comparación con nuestros vecinos australianos, no tenemos serpientes y sólo tres arañas que pueden causar molestas picaduras (no mortales).

5. Naturaleza

Las dos islas de Nueva Zelanda tienen paisajes muy diferentes, desde fiordos y glaciares hasta playas tropicales. Por supuesto, somos el hogar de El Señor de los Anillos, así que puede que te suenen algunos paisajes. Y sí, tenemos poderosos recordatorios de la naturaleza: sólo en Auckland tenemos 50 conos y cráteres volcánicos que explorar (y sólo 13 erupciones importantes en los últimos 1.800 años).

Disfrutamos de aventuras y descargas de adrenalina a través de muchos deportes y actividades, desde surf, senderismo, tirolina, luge, esquí y heliesquí, barranquismo, lanchas motoras, zorb, espeleología, conducción todoterreno, paracaidismo y, por supuesto, salto Bunjy (por nombrar algunos).

Es imposible hacer justicia a lo que Nueva Zelanda puede ofrecer en un breve artículo. Una sociedad multicultural, con fama de amable y acogedora. Un entorno natural con espacio y variedad. Vida salvaje y maravillas naturales que te hacen saber que estás en un lugar nuevo y emocionante.

Un anuncio de "Estudia en NZ" dice:

La cultura neozelandesa es abierta y acogedora con personas de todos los países y culturas. Como país, valoramos la amabilidad, la tolerancia y la amistad. Somosabiertos y acogedores con todas las religiones y defendemos el derecho a la libertad religiosa, de culto y de creencias para todos. Los neozelandeses esperan que todo el mundo reciba un trato justo y disfrutan sintiéndose seguros en sus casas y en los lugares públicos.

https://naumainz.studyinnewzealand.govt.nz/help-and-advice/life-and-culture/new-zealand-culture#:~:text=La%20Nueva%20Zelanda%20cultura%20es,kiwis

Puede que aún no lo tengamos perfecto, pero la mera aspiración ya invita a ser acogedor y, quién sabe, dentro de poco puede que te encuentres en la aduana oyendo: "nau mai haere mai" - Bienvenido .

Si está pensando en venir a Nueva Zelanda, venga de visita, compruébelo y pregunte. Salude por la nariz (Hongi), comparta historias, pase algún tiempo aquí y vea lo que le dicen el corazón, las tripas y el alma.