Afrontar 60 años de mi miedo a la oscuridad...

El reto

Este estudio de caso ha sido redactado junto con mi cliente y con su aprobación. Para proteger su confidencialidad, me referiré a mi cliente como T.

Durante 60 años, T había tenido miedo a la oscuridad y a quedarse sola por la noche. Nunca había vivido sola. Tenía miedo de salir por la noche y volver a una casa vacía, lo que limitaba su vida social, sobre todo en invierno. Había una perspectiva real de tener que vivir sola en el futuro, ya que su marido estaba gravemente enfermo.

T no había probado otras terapias porque no sabía que podía haber ayuda. Intentó afrontarlo por sí misma obligándose a hacerlo, pero fue en vano.

Lo que lo hacía aún más difícil era que T no es una persona ansiosa o temerosa en otros aspectos. En general, es muy capaz y segura de sí misma. Este miedo era una gran limitación en su vida.

El efecto

T se sentía estúpida y algo avergonzada. Este miedo limitaba sus actividades y elecciones. Incluso cuando se quedaba en casa de otra persona tenía miedo, tanto que no quería levantarse por la noche para ir al baño. Preveía que tendría que tomar decisiones serias, como vender la casa que amaba y mudarse a un entorno protegido.

Solución

Al hablarme del trabajo que realizo, T se dio cuenta de que podía haber una terapia potencial para ella. Cuando vino a verme por primera vez, se trataba de prepararse para la pérdida de su marido, que estaba gravemente enfermo. T tuvo que admitir primero que esto era un problema y que necesitaba prepararse para lo peor.

T y yo hablamos de sus sentimientos sobre su situación actual y así descubrimos la raíz del problema: su miedo a la oscuridad había estado presente en su vida durante mucho tiempo y era la razón por la que no podía ver el futuro; era negro.

Guié a T a través de algunos ejercicios de PNL y la ayudé a identificar los patrones que había estado siguiendo, lo que la llevó a cambiar su forma de pensar sobre la oscuridad y la soledad, pasando del pensamiento negativo al positivo y permitiéndole sentirse más capacitada para seguir adelante.

T dice que, durante las sesiones, no estaba segura de que estuviera ocurriendo nada, sobre todo porque le costaba visualizar, pero al comprobarlo más tarde, se dio cuenta de que había habido un cambio. Este trabajo se llevó a cabo durante 6 sesiones.

Resultado

T se siente más segura de sí misma en caso de que su marido muera. Afortunadamente, su salud no es tan precaria. T es más libre para hacer cosas por su cuenta en la oscuridad y ya no está aterrorizada. Sigue siendo precavida y sensata, pero no tiene miedo. T dice que no sabe lo que pasó, ¡pero pasó!

Cuando dejamos de trabajar juntas, no estaba segura de que estuviera funcionando... pero después de haber pasado el invierno y de que su marido estuviera en el hospital durante un mes, T se dio cuenta de que podía arreglárselas muy bien.