Estaba conectado, pero no conmigo mismo

En un mundo que ha convertido las cartas en correos electrónicos, las llamadas en mensajes de texto y los sentimientos en palabras pintadas en una pantalla, mantente conectado contigo mismo.

Estaba conectado, pero no conmigo mismo

Publicado por Mia Pal en

El reto

Cuando John vino a verme, quería ayuda con lo que él llamaba un problema inusual: adicción a internet. Internet es algo tan grande, que entra constantemente en nuestras vidas y rara vez sale de ellas, que me intrigaba saber a qué se refería en concreto. Para mi sorpresa, no era nada en particular que pudiera nombrar, nada como el juego, el sexo o las compras. Cuando le pedí que describiera su adicción con sus propias palabras, me dijo: "Un impulso incontrolable de conectarme a Internet desde que abro los ojos hasta que ya no puedo mantenerlos abiertos. Hace más de 10 años, cuando era estudiante, conectó a través de una de las salas de chat de un cibercafé con una chica con la que entabló una estrecha amistad. Vivían en países distintos, pero decidieron que nada les impediría estar juntos algún día. La vida decidió otra cosa. La familia de la chica tenía otros planes para ella y le prohibió estar en contacto con John. Nunca volvió a saber de ella. Sin embargo, en su corazón la conexión nunca se perdió.

El efecto

El hecho de que esto se estuviera volviendo tan molesto era un indicador de que había algo más detrás. Y la pista vino con un comentario que John hizo mientras reflexionaba: No sé cuándo se apoderó de mí". Le pedí que me describiera cómo se sintió después de darse cuenta de que la chica que amaba no iba a volver. Al principio, se limitaba a ir 'online' y esperarla con la esperanza de que apareciera como siempre. . Los días se convirtieron pronto en semanas, luego en meses y finalmente en años. Poco a poco, con el paso del tiempo, los recuerdos se volvieron borrosos y el mero hecho de conectarse a Internet por cualquier motivo se convirtió en algo parecido a estar en ese lugar familiar y reconfortante. Aunque ella hacía tiempo que se había ido, él seguía conectado. Nunca dejó de esperarla y buscarla. Pero nunca recordaba que lo estaba haciendo. Y esta falta de memoria era lo que le resultaba tan difícil de soportar.

Solución

Utilizando modalidades y submodalidades, le pedí a John que describiera lo primero que pensó y sintió cuando dije la palabra Internet. La respuesta no se hizo esperar: ¡conexión! Cuando cambiamos los papeles y pedimos al personaje imaginario, "internet", que nos dijera cómo veía a John, la respuesta fue una sorpresa: "caso perdido". Cuando John observó la relación entre él e Internet desde una posición de observador distante, empezaron a aparecer los eslabones perdidos. Utilizando la línea de tiempo hipnótica, John fue capaz de retroceder en el tiempo y rastrear los hitos que acompañaron este viaje adictivo. Retroceder de este modo le ayudó a conectar los dolorosos episodios en los que día tras día tras año tenía que vivir con la insoportable sensación de no saber por qué y también con la culpa de no ser lo suficientemente bueno para ella. A lo largo de 50 horas, John trabajó sobre los sentimientos de culpa y miedo y también sobre las creencias contradictorias que tenía en relación con dejar ir lo que le hacía daño. Después de cada sesión, John sentía que surgían nuevos recuerdos y que resurgían sentimientos que no había afrontado o aceptado durante muchos años. Él lo llamaba "catártico".

Resultado

Al reconocer y comprender su adicción, John consiguió dejar atrás su pasado reconectándose a su vez con su yo actual. Sus palabras al darse cuenta de ello fueron: "He estado conectado todo este tiempo... pero no conmigo mismo" También confesó que a la nueva luz de los acontecimientos, mirando hacia atrás, ya no le parecía una adicción, sino que sentía que no quería dejarlo ir, se sentía seguro aferrándose a sus creencias, incluso cuando empezaban a afectar a su salud mental. ¿Y cómo ve internet ahora? Simplemente una herramienta que puede conectarte con el mundo exterior pero no contigo mismo. En un mundo en el que las cartas se convierten en correos electrónicos, las llamadas en mensajes de texto y los sentimientos en palabras pintadas en una pantalla, mantenernos conectados con nuestro verdadero yo sigue siendo nuestra herramienta número uno para navegar por las siempre quiméricas aguas de las promesas virtuales.

Mia Pal
Mia Pal

PNL Life Coach, PNL Especialista en Vida y Comunicación, Coach de Transformación de Vida, Maestro Hipnotista, Hipnoterapeuta Clínico, Coach de Línea de Tiempo y Especialista en Liberación de Traumas, Escultura de Sueños.