Depresión postnatal: la luz al final del túnel

Este fabuloso estudio de caso está narrado en las palabras de una mujer muy valiente, que después de 7 años, visitó a un profesional de la PNL para finalmente resolver su depresión post-natal. Es un estudio realmente conmovedor, esperamos que te inspire cuando lo leas...

¿Alguna vez te has sentido tan mal que te has preguntado si alguna vez volverías a sentirte "normal" porque habías agotado todas las opciones disponibles y ninguna funcionaba?

Esta era la situación desesperada en la que me encontraba en octubre de 2009. Tras el nacimiento de mi primer hijo en noviembre de 2002, sufrí una grave depresión posparto. Esto fue extremadamente debilitante y confuso, dado que tenía un precioso niño. Entonces me recetaron antidepresivos y me remitieron a un psicólogo privado. Después de varias sesiones a un coste considerable, terminé el tratamiento con TCC. Sin embargo, me sentí un poco mejor y pensé que sólo habíamos arañado la superficie de los problemas que tenía

urante los siete años siguientes, la depresión asomó con frecuencia su horrible cabeza y seguí buscando soluciones para eliminar ese manto negro permanente que parecía insistir en envolverme. Las soluciones que busqué incluían asesoramiento, libros de autoayuda, reiki y medicación. Nada parecía funcionar de forma permanente y, como no había habido ningún desencadenante del que fuera consciente, parecía que tenía que aceptar que este desequilibrio químico, como lo llamaban los médicos, me acompañaría el resto de mi vida. Solo tenía que controlarlo.

En agosto de 2009, descubrí que estaba embarazada de mi segundo hijo. Al igual que con mi hijo mayor, este bebé era muy deseado y, sin duda, una adición bienvenida a nuestra familia. Sin embargo, durante septiembre y octubre, los sentimientos de otro ataque de depresión empezaron a aflorar, solo que esta vez a una escala que nunca antes había conocido. La magnitud de lo que sentía era abrumadora y pronto me di cuenta de que esta vez no podría manejar la situación. De hecho, la única forma que veía de resolverlo era acabar con mi vida, y pensamientos suicidas muy reales ocupaban cada una de mis horas de vigilia. Y eso a pesar del amor y el apoyo de mi maravilloso marido y mi familia. Sabía que mi última esperanza era probar algo nuevo y radical.

Fue durante mi búsqueda en Internet cuando encontré la Terapia de la Línea del Tiempo™. Parecía la respuesta perfecta, pero también demasiado buena para ser verdad. Preparada para probar cualquier cosa y buscando una solución, encontré a Christine, miembro profesional de la ANLP, que impartía esta terapia y me puse en contacto con ella para ver si podía ayudarme.

Cuando tuve mi cita inicial con Christine, me explicó que el proceso podía funcionar para mí, pero que yo tenía que hacerlo mío. Ella me proporcionaría las herramientas y la orientación, pero yo tenía que confiar en el proceso y querer cambiar. En la sesión inicial, Christine también me explicó los principios y la metodología de la Time Line Therapy™ y me enseñó a encontrar mi línea temporal y a navegar por ella. Reservamos la siguiente sesión para dos días más tarde, cuando tuvo lugar la terapia propiamente dicha.

Llegué a la sesión con una mezcla de emociones: estaba emocionada pero también asustada, preguntándome qué pasaría si esto no funcionaba.

Durante la sesión trabajamos cinco emociones clave: ira, tristeza, miedo, dolor y culpa. Para cada una de ellas, me moví a lo largo de mi línea de tiempo y, a través de las preguntas que me hizo Christine, eliminé la emoción negativa y extraje las lecciones clave que había aprendido de esa experiencia. Pronto empecé a darme cuenta de que tenía que confiar en lo que me decía mi mente inconsciente: algunas de las respuestas a las preguntas de Christine no tenían sentido para mi yo consciente, pero me permití decirlas.

Después de tratar cada emoción, empecé a sentirme "más ligera". Casi instantáneamente, la manta que me había rodeado durante tanto tiempo empezó a levantarse. Algunas emociones eran más agotadoras que otras y había más lecciones que aprender con algunas de ellas. Sin embargo, la parte tranquilizadora de la Terapia de la Línea del Tiempo™ para mí era que nunca tenía que entrar en la emoción o la situación con la que estaba lidiando. Me mantenía por encima de ella, a una distancia segura en mi línea temporal, y si empezaba a involucrarme demasiado en ella, Christine me alejaba utilizando las técnicas que me había enseñado anteriormente.

Los efectos de la terapia fueron asombrosos: al instante me sentí otra persona. Me sentí más ligera, más brillante y lista para enfrentarme al mundo de nuevo Después de una sola sesión Como los sentimientos positivos que tenía eran tan fuertes y contrastaban tanto con los que había estado experimentando, me preguntaba cuánto durarían. Bueno, puedo decir con confianza que casi un año después de recibir mi tratamiento, las emociones positivas siguen aquí y me siento tan fuerte como siempre.

La PNL y la Time Line Therapy™ han cambiado mi vida. Mis procesos de pensamiento son diferentes, la forma en que me enfrento a situaciones difíciles ha cambiado. Tengo el control por primera vez en muchos años. No soy solo yo quien ha notado el cambio, mis allegados han notado una mejora significativa y siguen sorprendidos por la diferencia. La gente comenta a menudo que tengo mejor aspecto del que me han visto en años; supongo que sentirse bien por dentro se refleja en el exterior. Por primera vez, vivo el "ahora" y me encanta mi vida.

Siempre estaré agradecida a la PNL & Time Line Therapy™ y a Christine por proporcionarme las herramientas que me permitieron cambiar totalmente mi vida.